Las fiestas navideñas traen consigo diversos sentimientos que van desde la alegría al ver la sonrisa por los regalos que puedan recibir; hasta la nostalgia que invade a muchos padres de familia por nuestros seres queridos que no estarán acompañándonos en la cena de la noche buena pero que estarán presentes en nuestra mente y corazón.
Como trabajadores nos corresponde analizar estas fiestas desde le punto de vista laboral. En esta oportunidad los deseos de un Feliz Año 2009, tiene un componente que no puede sernos ajeno, sobre todo ahora que las voces de los empresarios amenazan con rebajar salarios y recortar la jornada de trabajo, pues según ellos la crisis neoliberal –generada por su propia irresponsabilidad empresarial- de ningún modo debe afectar sus cuantiosas ganancias.
Corresponde a los propios trabajadores organizados y férreamente unidos, convertir esta situación en una gran oportunidad para mejorar nuestras relaciones familiares y gremiales. La crisis debe motivar sin lugar a dudas cambios en los estilos de vida y economía familiar. Ello obligara a un mejor dialogo en el seno del hogar, en la búsqueda de alternativas que permitan superar los problemas que definitivamente NO SERAN ETERNOS.
Por parte de la junta directiva, nos reafirmamos en el compromiso de seguir apoyando y defendiendo los justos reclamos de los afiliados y trabajadores de telecomunicaciones en general. Pero para ello es necesario que en estas fechas renovemos la esperanza de alcanzar un mundo mejor que solo será posible cuando la marginación y el abuso de quienes ostentan transitoriamente el poder, termine con la instauración de un nuevo orden social que garantice el pleno respeto a la persona humana, sin distingo de ninguna especie.
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